La concepción
estructuralista (o concepción no enunciativa) de las teorías, iniciada en
EEUU por Sneed y desarrollada en Europa, principalmente,
por Stegmüller, Moulines y Balzer. Las teorías no son colecciones de
proposiciones ni de enunciados, sino que más bien son entidades
extralingüísticas que pueden ser caracterizadas o descritas por medio de
formulaciones lingüísticas diferentes.
Wolfgang
Stegmüller (1970-1974, Parte B, cap. III, pág. 209-243) presenta un esquema que
me parece claro de las tesis del empirismo lógico. Para él, la «posición
básica» del empirismo lógico se expresaría en la consideración de que todos los
enunciados científicos con sentido pueden ser divididos completamente en dos
clases disjuntas.
Siendo
ésas son dos clases «disjuntas», no tendrán elemento alguno en común. En una
palabra, son clases cuya intersección es nula o vacía.
En
la primera, están los enunciados cuyo valor de verdad se determina mediante un
«mero análisis del significado»: ésta es la clase de
enunciados analíticamente determinados.
A
la segunda clase pertenecerán los enunciados cuyo valor de verdad se apoye en
la experiencia u observación: ésta sería la clase de enunciados sintéticamente
determinados.
Lógica
En
sus libros "Das Wahrheit, 1959), Stegmüller difundió las ideas
de Alfred Tarski y Rudolf Carnap sobre sproblem und
die Idee der Semantik" (El problema de la verdad y la idea de la
semántica, 1957) y "Unvollständigkeit und Unentscheidbarkeit"
(Incomplitud e indecisión semántica y lógica, así como las de Kurt
Gödel sobre lógica matemática. Más tarde, escribió ideas similares en sus obras
"Die Antinomien und ihre Behandlung" (Las antinomias y su
tratamiento, 1955) y "Strukturtypen der Logik" (Tipos de
estructuras de la lógica, 1961).
Epistemología
Uno
de los libros más influyentes de Stegmüller es "Metaphysik, Skepsis,
Wissenschaft" (Metafísica, escepticismo, ciencia, 1954). En este
trabajo, discute la base epistemológica de la metafísica, el escepticismo y
la ciencia. Demuestra que cualquier búsqueda de fundamentos
epistemológicos conducirá necesariamente al problema de la evidencia, al
que Stegmüller no hallaba solución. También negó que la posible solución sea
que el escepticismo universal se refuta a sí mismo. Incluso si se refutara a sí
mismo, se puede sostener el escepticismo universal si el escéptico no trata de
justificarlo. En consecuencia, son necesarias condiciones explícitas
(Evidenzvoraussetzungen) en la metafísica, así como en la ciencia.
Esto significa que no puede ser fundamentalmente justificado si no se presupone
una decisión.
Posteriormente,
Stegmüller centró su trabajo en el fenomenismo. En "Der
Phänomenalismus und seine Schwierigkeiten" (1958), describe los problemas
extremos, que impiden una aplicación rigurosa del programa fenomentalista.
Filosofía de la ciencia
Stegmüller
es visto como uno de los principales filósofos de la ciencia de la segunda
mitad del siglo 20. Profundamente influenciado por Thomas Kuhn y Joseph
D. Sneed, junto con varios de sus colegas amplió las ideas de Sneed a fin de
superar la crisis predominante de la racionalidad de la ciencia que era
considerada a menudo como una consecuencia de las obras de Kuhn. Además, esto
lo llevó a una nueva respuesta a los problemas de los conceptos teóricos. Esta
línea de investigación es actualmente conocida como el estructuralismo en la
filosofía de la ciencia.